Voz de gratitud
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1
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Oh, mi Salvador yo te doy gracias, porque me sacaste tú del mal, diste a mi alma la esperanza
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de heredar la vida eternal;
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y por eso yo doy alabanza, pues diste tu vida tú por mí.
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De este sacrificio en la cruz salió virtud, de mis labios hoy brotó alabanza para ti;
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si me guardas siempre,
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yo tu nombre alabaré,
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que tu nombre es dulce
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a mi alma más que miel.
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2
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Sólo hoy te pido que me guardes, y me des palabras siempre a mí, para hacer notorio tu mensaje, y traer las almas hacia ti.
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Les diré que presto está tu viaje, y que has de venir tú pronto aquí; que a través del cielo
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que se mira tan azul,
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está tu morada
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do los quieres llevar tú,
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y si tú me ayudas,
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tu mensaje llevaré,
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a todas las gentes
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yo tu nombre anunciaré.
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3
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Si tu ayuda
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siempre me la impartes,
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y tu gracia obra siempre en mí, tu palabra siempre en todas partes sacará las almas para ti. Confiaré por siempre
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en tu promesa,
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que prepararás tú para mí,
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el Consolador que todo tiempo me guiará,
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y de tu palabra
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los misterios me dirá;
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y al terminar
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esta labor me llevarás,
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un lugar de gloria
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para siempre me darás.
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Maclovio Gaxiola López