Visión pastoral
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1
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Eran cien ovejas
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que había en el rebaño,
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eran cien ovejas que amante cuidó; pero en una tarde al contarlas todas, le faltaba una,
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le faltaba una, y triste lloró.
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Las noventa y nueve
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dejó en el aprisco,
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y por la montaña a buscarla fue, la encontró gimiendo, temblando de frío,
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ungió sus heridas,
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ungió sus heridas,
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y al redil volvió.
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2
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Esta misma historia vuelve a repetirse, todavía hay ovejas que errabundas van vagando en el mundo sin Dios, sin consuelo; sin Dios, sin consuelo, sin Dios, sin consuelo y sin su perdón.
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3
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Tú eres esa oveja que sin darte cuenta, vas por este mundo sin Dios y sin fe. Tu Pastor amante, llamando te espera; sufrió sus heridas, sufrió sus heridas, por salvarte a ti.
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Juan Romero
