Un bello hogar
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¡Cuan bello es ese hogar! cuan bello en él estar, cuan bello es contemplar que allí he de morar. Una corona, sí,
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mi frente adornará,
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y esta señal
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será de redención.
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¡Cuan bello es aquel hogar! es la mansión de gozo y paz, es la que Cristo fue a preparar, esta mansión es real y veraz.
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2
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Cuan bello es saber, que a Cristo yo he de ver! y con su gran poder transformará mi ser. Libre de aquí me iré, dejando el mundo atrás. Con Cristo reinaré,
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es mi oración.
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3
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¡Cuan bello es esperar, en Cristo así confiar, y en sus promesas fiar! que tengo de heredar. Ropas muy blancas, sí. Que allí han de brillar. Esta promesa fiel,
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la espero yo.
