Por una senda estrecha
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1
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Por una senda estrecha andaba yo, allí a un extraño vi;
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la carga que llevaba me mostró, era una cruz que conocí.
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Ven trae tu cruz y sígueme: Oí tu tierna voz llamar; negarle nunca puedo
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a quien por mí
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su vida quiso dar.
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2
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Clamé al Señor Jesús, y él me habló, sus manos lastimadas vi: Las huellas del desprecio que él sufrió, sufrió
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por redimirme a mí.
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3
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Tu cruz permíteme cargar, hablé, y otra cruz me señaló:
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La misma que con miedo deseché, cuando antes él me la ofreció.
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4
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La senda sigo que su fin tendrá en gloria eterna, paz y amor; Dios por la cruz corona me dará, mi guía fiel, mi Salvador.
