Pon tu mano Señor sobre mí
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1
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Cuando en pruebas
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se encuentra mi alma,
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y tu luz casi no puedo ver, surge un grito de mi alma que clama: pon tu mano Señor sobre mí.
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Pon tu mano Señor sobre mí, pon en mi alma este mismo sentir; dame gracia para obedecer, dame fuerzas para yo vencer.
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2
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Lucha mi alma y mi carne también, al sentir tu llamado en mí;
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no es posible seguirme ocultando, no es posible tu voz resistir.
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3
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Muchas almas perecen sin Dios, mientras yo vivo aquí en bienestar que respuesta daremos a Cristo, si él pregunta qué hiciste por mí.
