Omnipotente Dios
-
1
-
Señor cuando tú pasas veloz en la tormenta, se siente estremecido mi pobre corazón; mas cuando has pasado
-
mi vida ya se aquieta,
-
y surge una esperanza
-
y nace un nuevo amor.
-
-
Tú estás en todas partes sentimos tu presencia, te mueves en las olas de embravecido mar; eres la vida misma
-
del existir la esencia,
-
tu aliento es suave brisa
-
que yo he de respirar.
-
2
-
No tengo que ofrecerte pues soy tan pequeñito,
-
y nada puedo darte que sea de valor; por eso sólo vengo ante tus pies rendido, dejando ante tus plantas mi pobre corazón.
-
3
-
A veces cuando pienso
-
que al mundo tú has venido, dejando allá tu trono y reino angelical; comprendo que me viste muy triste y muy perdido,
-
y de este mundo incierto quisísteme sacar.