Oí tu voz
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1
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Fui encontrado por mi Cristo en el dolor, llena mi alma
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tan sólo de pesar;
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fue la desgracia, la miseria
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y la tristeza
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los que tenían dominado mi vivir.
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Más una noche Inolvidable para mí
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oí tu voz, y a tus plantas me rendí;
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llegó a mi vida algo dulce de los cielos,
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es tu amor bendito Salvador.
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2
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Yo no podré pagarte mi Señor Jesús, lo que tú hiciste por este vil pecador; sólo con canto y con llanto expresaré, lo más sublime que tú diste a mi vivir.
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3
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La gratitud que yo siento
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en mi alma,
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es tan inmensa
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que no podré explicar;
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es tu amor Divino Redentor lo que me alienta en la prueba y el dolor.
