Oh, cuanto gozo hay en mi alma
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1
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¡Oh, cuánto gozo hay en mi alma, porque Jesús me salvó! cuando en el mundo vagaba
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a su redil me llevó. También me dio la promesa del Santo Consolador,
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la cual me dio nueva fuerza
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y amor en mi corazón.
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Gracias a Dios por Cristo Jesús, porque yo ando en la luz; por esa sangre que mi Señor, él derramó en la cruz,
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para limpiar al vil pecador, que viene a la luz;
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y que con gozo
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le sigue a él, llevando su cruz.
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2
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Cuánto gozo siente el alma, el alma del pecador, cuando viene y se arrepiente, dejando todo error. Luego el Señor al momento le envía el Consolador,
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el cual le da fortaleza y amor en el corazón.
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3
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En él tengo mi esperanza, y muy pronto le voy a ver; si ando en sus ordenanzas, siguiendo las huellas de él; como andan todos sus hijos, los redimidos por él,
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los cuales dan alabanzas, y honor a nuestro Señor.