No me dejes solo
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1
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Hubo quien por mis culpas sufriera, y muriera
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en la cruenta cruz,
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para darle a mi alma consuelo, y que goce de su eterna luz.
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No me dejes solo en la lucha, ni me dejes solo al navegar, que en el puerto
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me esperan los santos, que se fueron a descansar.
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2
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Sé mi fuerte y mi escudo, ¡oh Señor! en las pruebas y embates del mal, libra mi alma de la tentación de lo falso que ofrece Satán.
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3
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Satán brinda su gloria terrena, y no tiene más que ofrecer; Cristo nos dará la vida eterna, si confiamos en su poder.
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4
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Si soy fiel a mi Cristo y Señor, me guiará a su santa mansión; pues mostrándome su grande amor me dará su galardón.