Nadie pudo amarme como Cristo
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1
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Yo quisiera hablarte del amor de Cristo, pues en él hay un amigo firme y fiel,
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por su gracia y gran amor cambió mi vida,
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lo que en este mundo soy lo debo a él.
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No hay amigo
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que me ame como Cristo, no hay otro amigo fiel como él; nadie pudo redimirme
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del pecado,
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sino el amor de Dios.
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2
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Mi alma estaba llena de ayes
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y tristezas,
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llena estaba de miserias y dolor, con ternura Cristo
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me tendió la mano,
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y me guió por el sendero del amor.
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3
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Cada día Cristo
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me da más confianza, más comprendo
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las palabras de su amor; pero no comprenderé por qué me ama hasta ver allá su rostro y su esplendor.
