La roca eterna
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1
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Cuando desalentado,
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en vano trabajé,
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al murmurar tentado,
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no puedo comprender;
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mas cuando pienso en Cristo, qué hizo para mí, clamo a la Roca Eterna: escóndeme.
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¡Oh! Roca Eterna, escóndeme: No hay otro refugio
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que tenga salvación;
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por valle de la muerte vagué lejos de ti,
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clamé a la Roca Eterna, escóndeme.
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2
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A veces trabajando ni un paso puedo dar, cansado y tentado, mi fe quiero negar;
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mas cuando pienso en Cristo, qué hizo para mí, clamo a la Roca Eterna: escóndeme.
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3
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Hallé un amigo en Cristo, escondedero fiel,
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hallé una Roca Eterna; segura y firme en él; mas cuando pienso en Cristo, qué hizo para mí, clamo a la Roca Eterna: escóndeme.
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4
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Oh, pecador perdido, acepta a Jesús,
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te colmará de bienes y eterna salvación;
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mas cuando pienso en Cristo, qué hizo para mí, clamo a la Roca Eterna: escóndeme
