La mañana gloriosa
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Cuan preciosa será la mañana, cuando venga Jesús el Salvador; las naciones unidas como hermanas bienvenida daremos al Señor.
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No habrá necesidad, de la luz o el resplandor,
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ni el sol dará su luz,
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ni tampoco su calor;
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ahí llanto no habrá,
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ni tristeza, ni dolor: Porque entonces Jesús
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el Rey del cielo
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para siempre será consolador.
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2
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Esperamos la mañana gloriosa, para dar la bienvenida
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al Dios de amor;
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donde todo será color de rosa en la santa presencia del Señor.
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3
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El cristiano fiel y verdadero, y también el obrero de valor, y la Iglesia, esposa del cordero, estarán en los brazos del Señor.