Divino compañero
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1
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Divino compañero del camino, tu presencia siento yo al transitar; ella ha disipado toda sombra, ya tengo luz, la luz bendita de su amor.
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Quédate, Señor,
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ya se hace tarde,
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te ofrezco el corazón para posar; hazlo tu morada permanente, acéptalo, acéptalo mi Salvador.
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2
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La sombra de la noche
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se aproxima,
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y en ella el tentador acechará; no, no me dejes solo en el camino, ayúdame, ayúdame hasta llegar.
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3
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Contigo la jornada se hace corta, no habrá sed, ni sol fatigará;
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si en el mar las olas amenazan, tu sobre ellas majestuoso andarás.
