Cuánta paz siente el alma
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1
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Cuánta paz siente el alma del pecador,
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que Jesucristo ya perdonó; porque sólo él, impulsado por grande amor, sangre en la cruz
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por salvarlo derramó.
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¡Oh, cuánto gozo
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hay en mi alma! porque Jesús me salvó;
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a mi corazón dio calma,
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y del mal me rescató.
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No hay bajo el cielo otro nombre
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que al mundo diera el Señor, para que salvara al hombre, sino Jesucristo el Salvador.
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2
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Pecador, ya no cierres tu corazón, Cristo te llama,
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déjale entrar;
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hoy él quiere dar a tu alma
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la salvación,
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oye su voz,
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sólo él puede perdonar.
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3
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Ven a él, con su sangre te limpiará, para que puedas al cielo ir;
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y con grande amor tus pecados perdonará; acude a él,
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pues por ti vino a morir.
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4
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Oh Señor, fortalece mi corazón; dame tu gracia para triunfar; ten piedad de mí y concede tu protección al débil ser,
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que ayuda a implorar.
