A Jesucristo ven sin tardar
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A Jesucristo ven sin tardar, que entre nosotros hoy él está, y te convida con dulce afán, tierno diciendo: "Ven".
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¡Oh! cuan grata es nuestra reunión, cuando allá, Señor, en tu mansión,
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contigo estemos en comunión, gozando eterno bien.
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Piensa que él sólo puede colmar tu triste pecho de gozo y paz; y porque anhela tu bienestar, vuelve a decirte: "Ven"
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3
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Su voz escucha sin vacilar,
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y grato acepta lo que hoy te da. Tal vez mañana no habrá lugar no te detengas, ven.
